Políticas de inclusión social y laboral
Promover políticas de calidad que aboguen por el ejercicio de los derechos de las personas es uno de los objetivos de la Agenda Regional para el Desarrollo Inclusivo (ARDSI). A partir de ello se vuelve pertinente hacer hincapié en las políticas de inclusión social y laboral en la región, pues estas son una herramienta fundamental para avanzar en distintos aspectos abordados por la Agenda 2030; ejemplo de ello son la disminución de la pobreza, la reducción de brechas de desigualdad, el trabajo decente y la igualdad de género, entre otros.
Esta doble inclusión va de la mano con el primer eje de la ARDSI sobre sistemas de protección social universales e integrales, que permiten poner en primer lugar la protección de la población en condición de pobreza y vulnerabilidad afectada por los altos niveles de desigualdad de la región, la discriminación y la exclusión tanto social como económica.
La situación actual de crisis sanitaria ha obligado a los gobiernos de la región a hacerse cargo de la agudización de la desigualdad a raíz de los efectos de la pandemia. En este sentido, la fuerte repercusión en el desempleo y, por ende, en los ingresos de las personas, son desafíos pertinentes y necesarios de abordar a través de políticas de inclusión social y laboral.
En este contexto histórico y contingente cabe preguntarse sobre la forma en que las instancias encargadas del desarrollo social en la región pueden aportar a un desarrollo inclusivo, sobre los instrumentos vigentes y las oportunidades y desafíos presentes y futuros.