Participación ciudadana en la gestión institucional

Actualmente las administraciones públicas enfrentan nuevos desafíos, que se caracterizan por la desconfianza hacia las instituciones, exclusión de la ciudadanía en el diseño e implementación de políticas públicas, y la insuficiente capacidad de los gobiernos de resolver los problemas públicos y lograr el desarrollo con igualdad y sostenibilidad. El descontento de la ciudadanía se ve reflejado con la intensificación de movilizaciones, protestas y estallidos sociales del último tiempo, que podrían incrementarse tras los efectos generados por la crisis económica y sanitaria dejada por el Covid-19 y las medidas de recuperación que emprendan los gobiernos.

De acuerdo a lo anterior, los asuntos públicos no pueden seguir siendo gestionados como siempre y se requiere de una nueva gobernanza que reúna, dentro de otras, las siguientes características: que sea eficaz, es decir, que resuelva los problemas públicos complejos; inter-sectorial, en donde múltiples sectores colaboren y trabajen en conjunto; inter-nivel, que exista efectiva coordinación entre los diferentes niveles del estado (nacional, intermedio y local); Inter-temporal, con planificación de corto, mediano y largo plazo que trasciende los periodos de gobierno; multi-actor, con el involucramiento de múltiples partes interesadas, en un mundo de poder compartido; que cree valor público significativo, protegiendo y promoviendo los valores públicos deseados.

La creación de valor público requiere del involucramiento de la ciudadanía, porque es ésta la que determina si se está creando ese valor, es decir, si se están solucionando los problemas demandados por las personas y se está mejorando el bienestar de la sociedad.

Es reconocida la necesidad de involucrar a la ciudadanía en los asuntos públicos, sin embargo, muchas iniciativas se quedan en la creación de instancias consultivas, como consejos ciudadanos, con representación permanente de ciertos grupos que buscan principalmente relevar las demandas sentidas por la ciudadanía. Sin embargo, la participación en la gestión institucional podría ir más allá de un nivel consultivo y que garantice el involucramiento de todo ciudadano que quiera expresar su sentir con los bienes y servicios que entrega el Estado.

De acuerdo con lo anterior, queremos invitarte a ser parte de esta discusión. Durante agosto y septiembre iremos haciendo preguntas guía, para que nos des tu opinión y hagas los cuestionamientos necesarios para seguir un debate enriquecedor para todas y todos. 

Finalmente, para cerrar todo este debate, el 27 de octubre  a las 10.30 (GMT-3) realizaremos un Webinar para presentar una sistematización del debate y los resultados de una consulta que tuvo más de 300 respuestas sobre instancias de participación en la gestión institucional pública. Si quieres participar registrate aquí.

Participa e invita a que otras personas para que también sean parte de esta discusión.

 

Comentarios

  1. ¿Qué capacidades deben desarrollarse dentro de las instituciones para incentivar e involucrar realmente a la ciudadanía en la gestión de una organización pública?

Partiendo de unas directrices voluntarias para integrar la participación ciudadana como parte de la consulta para contribuir a la efectividad, legalidad y equidad en la gestión pública (Servicios públicos), y que dichas directrices se elaboren y sean aceptadas por las administraciones públicas con la firma de una carta latinoamericana especifica para ese asunto, por alguno de los órganos reconocidos en Latinoamérica para el tema de gestión pública. Se puede desarrollar una capacitación constante a las autoridades, funcionarios y órganos competentes que prestan servicios públicos, para que se empoderen de las directrices voluntarias y puedan adaptarlas en su gestión administrativa.  

  1. Si fueras director o directora de un servicio público, ¿Qué instancia de participación crearías y cómo la implementarías?Podría a través de la pagina de información pública de la entidad que presta el servicios público abrir con base en las directrices voluntarias, crear una hoja o protocolo por el cual un ciudadano o un tercero a nombre de un ciudadano que no pueda utilizar la tecnología, de manera que sea una forma de ir cumpliendo las directrices voluntarias para integrar la participación ciudadana como parte de la consulta para contribuir a la efectividad, legalidad y equidad en la gestión pública (Servicios públicos), y los ciudadanos además de la información pública, puedan hacer recomendaciones y sugerir algunas medidas y mejoras de los sistemas, procedimientos etcétera, a favor de una gestión pública que basada en la participación ciudadana responsable, llegue con equidad, efectividad de acuerdo al principio de legalidad o competencia de las autoridades administrativas que rigen su actuación en ella. 

En respuesta a por Barbara Silva

¿Qué capacidades deben desarrollarse dentro de las instituciones públicas para incentivar e involucrar realmente a la ciudadanía en la gestión de una organización?

Las capacidades institucionales deben brindar siempre confianza a la ciudadana sea cual sea su función, es decir, si la función de una institución es seguridad, las instituciones, con dicha función, deben generar siempre servicios públicos de seguridad que brinden confianza en el entorno que vive la ciudadana, si la función es obra pública, las instituciones, con dicha función, deben generar siempre construcciones y obras públicas que brinden confianza que estará en óptimas condiciones y buen funcionamiento. Pero como es bien sabido, no siempre ocurre esto, en nuestras sociedades sufren de inseguridad, fallas en infraestructuras y obras públicas, fallas en los sistemas de salud, y en general, retos y desafíos que detonen el desarrollo sostenible en los diferentes territorios y pueblos en los países de ALyC.

La propuesta que encamina la pregunta es la siguiente, ante entornos complejos y cambiantes que siempre ponen en jaque los bienes y servicios públicos que ofrecen las diferentes instituciones, es cambiar la perspectiva del univariable esfuerzo institucional a generar labor, operación y ordinación de conjuntos extitucionales, 

¿A qué me refiero al univariable esfuerzo institucional? Es el esfuerzo institucional para dar respuesta a una sola variante problemática ante las multivariantes necesidades sociales, debido a que la institución está condicionada y limitada por sus atribuciones y mandatos legales, que a su vez, impide la generación de soluciones creativas e innovadoras. También existe desfragmentación en los ejercicios y esfuerzos institucionales por querer sectorizar y delimitar los territorios y sociedades sistémicas y complejas que contienen arraigadas desigualdades y violencias estructurales. Por último, la pandemia ha generado estragos devastadores y las instituciones han quedado des legimitalizadas, por ende, se desconfían de los resultados que ofrecen las instituciones para mejorar la calidad de vida desde la óptica de justicia social y derechos humanos.

Si fueras director o directora de un servicio público, ¿Qué instancia de participación crearías y cómo la implementarías?

Bueno, en realidad ya hemos realizado algo respecto en Jalisco-México, desde el año 2019, se creó la Secretaría de Planeación y Participación Ciudadana (SPPC), la primera institución en México en ponerle a una dependencia el nombre Participación Ciudadana, con este simple cambió replicó en sus funciones y ejercicios de coordinación en las diferentes dependencias del ejecutivo, ya que integró la Gobernanza como una temática transversal  y nueva forma de gobierno en el poder ejecutivo, en la cual, la participación ciudadana se vuelve fundamental para la toma de decisiones y en su primer ejercicio participativo se creó el Plan Estatal de Gobernanza y Desarrollo, esto derivó a que las instituciones realizarán su planeación y programación actividades con este nuevo enfoque. Además, se constituyeron redes de gobernanza en la SPPC, al integrar la Red Intermunicipal de Gobernanza (RIM) conformada por representantes de las instancias de planeación y participación ciudadana de los gobiernos municipales, la Red Intergubernamental de Gobernanza (RIG) conformada por embajadores de las dependencias del poder ejecutivo, la Red de Jóvenes Constructores de Paz, Redes Vecinales de Participación Ciudadana, la Red de Economías Alternativas en el Estado de Jalisco, entre otras.

De lo anterior, esto nos ha permitido definir una ruta para construir las redes de gobernanza, que entre sus pasos a seguir se encuentra el hacer un espacio especial para dialogar sobre redes, tener un sondeo subnacional de redes, que hasta el momento, a nivel nacional y muy posiblemente a nivel latinoamérica sería el primer ejercicio estadístico enfocado a generar un inventario y mapeo de redes y, que no obedece a una ocurrencia, tiene el propósito de contar y describir las redes existentes en el poder ejecutivo (con la posibilidad de replicar el sondeo en los poderes judicial y legislativo), las redes existentes en las organizaciones de la sociedad civil y posibles redes que emplean los ayuntamientos municipales en el Estado de Jalisco, dicho sondeo nos será de gran utilidad para tener un programa estatal de redes de gobernanza con la finalidad de generar alianzas entre dichos actores y redes, tal como lo enmarca el ODS 17.

Finalmente y de mucha importancia, se conformó el Primer Consejo Estatal De Participación Ciudadana, que tiene la finalidad de promover la participación ciudadana, la gobernanza y la cultura de paz; aprobar las solicitudes para el acceso a los 17 mecanismos de participación ciudadana; y por último, incentivar el uso de los mecanismos, además de vigilar su organización, desarrollo, implementación, difusión y declaración de los resultados.

En respuesta a por Barbara Silva

Buenas tardes a todos y todas! Celebro que este tema sea parte de la agenda de esta Red de Planificación!

En la actualidad hay variadas formas de participación ciudadana en la gestión pública. Tenemos ejemplos con respaldo normativo y otros sin respaldo normativo con resultados variados para ambos casos. Sin embargo, es relevante darle el respaldo normativo correspondiente para generar más herramientas para que, ante cambios de gobierno, la ciudadanía siga contando con ellos y en todo caso, los reclame!

Entonces, la vocación política de que la participación ciudadana es más que una moda, es una forma de gobernar con apertura, transparencia y capacidad de diálogo, es decir gobernanza y gobierno abierto como ejes de gestión pública. ¡No es lo mismo cuando, la participación ciudadana es parte cotidiana de la gestión pública a cuando se presenta de manera esporádica y solo informativa!

Por otra parte la implementación de mecanismos de participación ciudadana implican interés y manejo de información por parte de la ciudadanía; así como Luciana menciona la importancia de conocer las incumbencias institucionales; también el ciudadano debe estar atento a las agendas, los plazos, los requisitos, etc. El desafío entonces de publicar información clara, certera y actualizada por medios oficiales y de comunicación. De alguna manera hay que enamorar al ciudadano por su polis otra vez, invitarlo al encuentro y el interés por lo público...

Por último me gustaría señalar otro punto clave para la participación en gestión pública: la confianza. Tal como describe la introducción de este Foro, el escenario sigue siendo de desconfianza a lo que se suma incertidumbre con esta pandemia. Esto genera mayores exigencias al momento de promover más diálogo gobierno-ciudadanía. Finalmente se suma que, ante la pandemia, por las restricciones, muchos de los mecanismos participativos se vieron anulados o limitados (asambleas barriales, audiencias públicas, presupuestos participativos, foros ciudadanos, etc.) y que, ante la incorporación repentina de nuevas TICs en dichos procesos, no resultarán rápidamente exitosos por motivos que todos conocemos: falta de conectividad, escasa infraestructura, analfabetismo digital, entre otros). En esto debemos prestar atención porque, en todo caso, participarán los que ya están en el sistema, dejando afuera a los que no (barrios periféricos, grupos vulnerables, excluidos, etc.).

Cierro con esta conclusión...necesitamos nuevos procesos para incluir al ciudadano/a en la nueva etapa de un gobierno post pandemia necesariamente más electrónico en sus procesos participativos. Gobierno y ciudadanía nos queda un nuevo desafío...aprender a participar de nuevo...

Un gusto saludarlos/as!!

Valeria

Gracias Valeria por tus comentarios. Me parece muy relevante lo del respaldo normativo, pero este también tiene que ser con sentido. Muchas instituciones pueden cumplir con una ley de transparencia y participación ciudandana, cumpliento con lo mínimo que ahí se les pide, porque en general las instituciones públicas están agobiadas de tanta normativa y exigencias de órganos rectores. Entonces, siento que muchas veces no tienen el espacio para ir más allá que cumplir con un hito establecido en la ley X. Sin embargo, nuestra cultura latinoamericana nos fomenta a que las cosas que queremos que se hagan, tienen que estar bajo una normativa, especialmente para resguardar la continuidad de lo que ésta persigue y que no se vea afectada por los cambios de gobierno. 

Concuerdo plenamente con los otros puntos que señalas,

Muchas gracias por compartir tu opinión!

En respuesta a por Valeria Mariel…

Bárbara analizando el aspecto de lo normativo, en el relevamiento de casos de participación ciudadana, hace un tiempo conocí la experiencia de Presupuesto Participativo Joven en Rosario, el cual durante años funcionó sin respaldo normativo, basado en otra aspecto clave: el empoderamiento que habían logrado en los y las jóvenes de la ciudad, los cuales reclamaban la apertura de dicho mecanismo cada año, apenas llegada la fecha correspondiente. Es un ejemplo de cómo la apropiación ciudadana es capaz de demandar y sostener estas herramientas en el tiempo.

Coincido que la normativa no es determinante, sino que toma más relevancia cuando hablamos de los aspectos cambiantes propios de gestiones de nuestra región, donde el respaldo institucional es un respaldo institucional, más no asegurar su realización y viceversa!

saludos

Valeria

En respuesta a por Barbara Silva

Buenas noches a todos y todas.

 

Un punto de partida es que es necesario que se aplique la meritocracia en el servicio público y que no hayan cambios abruptos de personal cada vez que hay cambios de administración de gobierno.  Esta alta movilidad de personal, no llega a convertirse en servidor público y por lo mismo, puede que no brinde un servicio adecuado a la ciudadanía, porque no conoce a cabalidad sus funciones, no tiene una identificación con la institución a la cual pertenece y en ocasiones, no cuenta con la preparación adecuada.

Otro aspecto es que la información pública sobre  políticas, planes, programas, proyectos y presupuestos es deficiente o inexistente, y eso impide que la población se informe sobre temas de interés y pueda contribuir de una mejor manera. La implementación de plataformas y otras herramientas puede ayudar a que la ciudadanía se informe y pueda participar en los diferentes espacios que se crean desde lo público para brindar los servicios, ajustar presupuestos, entre otros aspectos.

Que importante el punto de meritocrácia que tocas Mildred, porque el funcionario público debe convertirse en "servidor público" y comprender que está al servicio de la ciudadanía completa, no solo de los clientes (usuarios o beneficiarios) de un servicio público, sino que el trabajo impacta en la calidad de vida de todas las personas. 

En respuesta a por Mildred López

Considero que debemos dejar ya de pensar que los programas gubernamentales deben ser desarrollados únicamente por las instituciones. 

Por un lado, las instituciones han sido rebasadas y, entre la meritocracia, el cumplimiento a los favores políticos, la falta de un servicio civil de carrera y la inexistente perfilación profesional de quienes ingresan a la administración pública, contribuye a que nos encontremos en una maraña de corrupción e impunidad: legítima, legitimada y transparente. 

Desde mi experiencia, las instituciones ahora más que nunca deberían apoyarse en personas especializadas en temáticas específicas, así como en grupos multi e interdisciplinarios de la sociedad y las y los diversos actores políticos para desarrollar programas y proyectos verdaderamente orientados a la ciudadanía, que sean viables, alcanzables, que sean monitoreado y evaluados; en la medida que se integren personas y grupos de especialistas para el desarrollo de programas y se fomente la participación ciudadana, y, en especial, observatorios ciudadanos, creo que es lo que nos permitirá dar nuestros primeros pasos en tener gobiernos menos corruptos y más monitoreados por la ciudadanía.

Buenas tardes, me estoy incorporando al Foro.

Mi punto de vista es que el ciudadano no participa porque esta en desventaja contra la autoridad, siente que su opinión es como lanzar una botella de rescate al mar. En la mediada que la opinión del ciudadano se vea reflejada en la acciones en esa media el ciudadano se involucra.

Hay que establecer mecanismos de evaluación y opinión de los servicios, a través de cualquier medio, buzón, redes sociales, páginas web, encuestas, denuncias ciudadanas, etc. con esta información un ente con autoridad gestiona y solicita rendición de cuentas a los responsables. 

Este método funciona, su servidor lo implemento en un organismo operador de agua en México. La autoridad que hacia las encuestas no eran los servidores públicos, era la Contraloría de la institución, que es la encargada de vigilar que los servidores públicos cumplan la Ley y sus funciones. Los resultados del análisis de la información recaudada se presentaba a las autoridades de la institución para su atención y mejora de la gestión, también servía de base para el programa de auditorías y se convirtió en la principal fuente de inicio de procedimientos administrativos y combate a la corrupción.

 

Hola, me estoy incorporando al grupo, entiendo que existe una gran necesidad de organización y participación ciudadana, en la medida en que la sociedad se reconozca como elemento esencial, protagonista de su construcción, el aparato estatal con todo su poder podría inclinarse en beneficio de los ciudadanos.

 

Buenos días. 

La gestión institucional debe arrancar desde la transparencia y la eficacia así como el apego exacto a la competencia otorgada por la ley para brindar los servicios públicos y bienes que entrega una institución pública. Debemos establecer una diferencia entre servicios que provienen de un trámite previo del usuario o beneficiario del servicio y aquellas intervenciones del Estado que son de humanidad para salvaguardar derechos humanos de los ciudadanos como el caso de atención en vacunación de emergencia por covid (Algunos exigen el dpi, existiendo en el país subregistro grande de identificación de las personas, por lo cual no es congruente y ahí es donde la gestión institucional debe estar acorde a la realidad y no impedir que las personas reciban la vacuna o el alimento y tener a mano un protocolo de derechos humanos). Los protocolos de atención con transparencia y bajo vigilancia de cualquier ciudadano, permitirá que todos puedan exigir y no solo unos pocos que ocupan puestos en consejos o comisiones y que de alguna u otra manera solo justifican que existe una aparente participación ciudadana a conveniencia de la autoridad o institución, pero no ejercen una verdadera búsqueda de Bien Común. Las reglas claras y los requisitos previos a vista de todos y sin exigir documentos y requisitos que solo son formalismos pero que no permiten que fluya el cumplimiento de los servicios públicos. Todo lo anterior y más, irá permeando la idea de que la entidad se debe al ciudadano y que las personas que prestan ese servicio civil al Estado como empleados o autoridades deben autoexigirse la calidad y la ética que requiere un puesto. El equilibrio en la gestión pública y la estrategia idónea participativa, permitirán que se vayan cambiando los esquemas actuales en nuestras repúblicas o países en desarrollo. 

 

 

Hola.

Me parecen muy interesantes las opiniones y ejemplos vertidos en el grupo. Hasta aquí tendría la sensación de que la participación de usuarios, beneficiarios o ciudadana en la gestión (desde la planteación hasta la evaluación) no tendría por qué seguir un camino único.

Puede haber ejemplos nacionales y subnacionales que funcionen muy bien mediante esquemas de representación (comités o consejos) o ejemplos locales donde la participación sea más directa. Sin embargo, un punto nodal es, además de un claro compromiso social y político con la participación, contar con esquemas normativos que permitan, fomenten y respeten los acuerdos generados a partir de la participación.

Otro elemento relevante, entiendo que sería la claridad y confianza en la gestión de las instituciones, en específico, sobre sus objetivos, normativas y procedimientos que doten de certeza a los involucrados para generar procesos participativos que aporten valor a los resulados públicos.

Sin duda, las características de la cultura política (incluyendo la confianza), tanto de ciudadanía como de las instituciones, repercute directamente en la calidad de la participación. 

Felicito esta iniciativa y seguiré al pendiente de los comentarios 

Yo creo que, de una manera democrática participativa y apegado a derechos humanos, con un gobierno plural, abierto y transparente, donde los ciudadanos puedan ser parte de una gobernanza moderna e innovadora, teniendo como resultado elevar en su conjunto la calidad de los bienes y servicios que le son entregados por la institución pública para la solución de problemas y retos de nuestras comunidades y regiones, alcanzando así el desarrollo sostenible y seguro de nuestra sociedad y nuestro mundo.

Estimados:

Las sociedades se construyen en torno a discursos y dispositivos.  La gente no conoce todas las instituciones ni los órganos de gobierno, pero representa al estado y sus dependencias como un dador de bienes y servicios que apuntan al estado de bienestar. 

Estallidos y protestas sociales se basan precisamente en esas representaciones, donde se reclama al estado algo que se hizo o que no se hizo. El problema reside en que no todas las problemáticas pueden ser atendidas por los dispositivos estatales. Esto lleva a lo que se conoce como "Tokenismo" es decir esfuerzos simbólicos o superficiales de los órganos de estado para la solución del problema, cuando un análisis mas o menos riguroso de la cuestión deja en claro que leyes, decretos, resoluciones, sentencias - o discursos -  solo se refieren al problema, pero no lo solucionan, porque su remedio esta en el trabajo de toda la sociedad, o su forma de pensar. Ejemplo: la pobreza. 

Desde el análisis psicosocial se observa que la participación ciudadana aparecería como una tarea suplementaria, pero no necesaria para el estado, en función de lo que se representa como "pacto social."

Las Teorías sobre el Contrato Social de John Locke (1632- 1704), Thomas Hobbes (1588-1679) y Juan Rousseau  (1712-1778) sobre los fundamentos de la justificación del estado fueron excelentes para superar la fase del absolutismo, pero se basan en la figura de un contrato individual y particular que cada ciudadano celebra con el estado por el cual aporta sus impuestos, a cambio de seguridad, justicia, educación, etc.

(Por la teoría del contrato social el ciudadano abandona un estado de naturaleza (vivir sin el yugo del estado) y celebra un contrato por el cual cede determinadas prerrogativas a cambio de seguridad, defensa, salud, etc. y construye el estado, para el bien común).  

Esto genera la representación social de una dicotomía "estado/ciudadano" que se hace patente cada vez que alguien protesta "yo pago mis impuestos". En definitiva, si mediante el contrato social el ciudadano cede parte de sus prerrogativas al administrador gubernamental, no habría motivos para dejar de lado esa cesión y comenzar a ocuparse de lo que antes había cedido. 

Por eso para la plena "participación" ciudadana creemos que se necesita otra representación del estado, otras fantásmica (fantasía) de los fundamentos del estado distintos de la delegación o el mandato.

La hipótesis que estamos proponiendo tiene un serio indicio, precisamente, por el término que generalmente usamos para hacer referencia al compromiso ciudadano, lo llamamos "participación" sinónimo de colaborar, cooperar, contribuir, ayudar, etc. es decir una dinámica accesoria por la que creamos la realidad de que el ciudadano esta en un nivel accesorio, eventual, optativo, pero nunca principal. 

Ya entrados en el Antropoceno y tal vez superando su primer y brutal golpe como lo fue la pandemia de Covid-19, la intervención de la ciudadanía en los asuntos públicos luce imprescindible para superar las distorsiones económicas, sociales, políticas, etc. que se presentan en el horizonte, con lo cual habría que pensar también nuevos fundamentos del estado.

Es que con los graves eventos climáticos que estamos enfrentando como especie, la figura del contrato se diluye, no sólo porque el "estado de naturaleza" ya no existe porque fue devastado por la contaminación, sino porque, es impensable nuestra continuidad como especie sin los lazos de colaboración, solidaridad y participación que se generan dentro de las comunidades, cuya máxima expresión es el estado.

Mil gracias 

Marcelo Prado

 

Coincido Marcelo que hay una distancia entre habilitar mecanismos de participación ciudadana a tener al ciudadano/a como centro de las políticas públicas. En investigaciones del ILPES esto se observa en la frase de pasar de políticas públicas "para" a políticas públicas "con y desde".

Creo que este debate y el sondeo nos dejarán expuestas esas diferencias que mencionas y nos permitirá tener un panorama más profundo con el relevamiento de casos en la región para el análisis del cierre.

saludos

En respuesta a por Marcelo Prado

La creación de instrumentos relacionados con la participación social en Colombia impide la existencia de espacios inclusivos que representen los intereses de la sociedad ante las instituciones públicas, aunque la participación social en la gestión institucional está garantizada en varios aspectos de la normativa que los rige. En la práctica, es necesario recordar que los procesos de participación se desarrollan lentamente y a largo plazo. Si bien las reglas legales han evolucionado para fortalecer la participación, existen brechas que desafían las asimetrías de poder, las debilidades de la independencia, la influencia, la toma de decisiones y la representatividad de facto.

La aplicación efectiva del principio de buena gobernanza es crucial para el desarrollo del potencial del Estado para crear condiciones favorables para el desarrollo de la sociedad civil, Por lo tanto, hay que tener en cuenta varias funciones de la sociedad civil, como.

a) el análisis y la defensa de políticas;

b) la regulación y el control de la actuación del Estado y de las acciones y el comportamiento de los funcionarios públicos;

c) la creación de capital social y la capacitación de los ciudadanos para identificar y articular sus valores, creencias, normas cívicas y prácticas democráticas

1) Buenos días.

Desde el distrito Los Olivos, Lima Perú, el mayor de los éxitos en el logro de los objetivos propuestos.

A la pregunta formulada;

  1. ¿Cómo cree usted que los usuarios, beneficiarios y clientes de los bienes y servicios que entrega una institución pública podrían participar de la gestión institucional?

Al respecto, la pandemia del COVID-19 ha develado la grave desarticulación institucional en los diferentes niveles de gobierno en AL,  y la atomización, desorganización y descohesión social existente, que han redundado en alcanzar las metas de las políticas públicas desde el plano barrial, comunitario en un plano ascendente.

Como se menciona en la exposición de motivos, hoy en día esta problemática se refleja  en la  desconfianza de la ciudadanía hacia las instituciones públicas, por ello su exclusión en el diseño e implementación de políticas públicas, y la insuficiente capacidad de los gobiernos de resolver los problemas públicos y lograr el desarrollo con igualdad y sostenibilidad.

Somos testigos que el embalsamiento de esta problemática social se refleja en la intensificación de movilizaciones, protestas y estallidos sociales de las últimas décadas, que seguramente se incrementarse tras los efectos generados por la crisis económica y sanitaria profundizada por el Covid-19 y las medidas de recuperación que emprendan nuestros gobiernos gobiernos.

De igual modo, es “el caldo de cultivo” para las ideologías que pretenden alterar la institucionalidad democrática en nuestra región.

De ahí, como se expone materia DEBATE, estamos ante la imperiosa necesidad de involucrar a la ciudadanía en la creación del valor público, en un mayor nivel de PARTICIPACION, más allá de un VOLUNTARIADO CONSULTIVO COLABORATIVO.

Por ello, en el ideal planteado, se hace impostergable en la nueva normalidad, superar la problemática social existente en nuestra región, CONSTRUYENDO PARTICIPATIVAMENTE mecanismos que garanticen el involucramiento de todo ciudadano que quiera expresar su sentir con los bienes y servicios que entrega el Estado.

Lo mejor para todos.

Fuerte abrazo famlia latinoamericana

2) 09/10/2021 Buenas tardes.

A lo expuesto en el mensaje 1) como marco referencial para nuestros comentarios y aportes, la Secretaria Ejecutiva de CEPAL Alicia Barcena, en el evento “Empoderando a las personas para proteger al planeta en tiempos de COVID-19: la contribución del ODS16 y de los derechos de acceso en asuntos ambientales a una recuperación sostenible y resiliente”, enfatizó:

“En CEPAL pensamos que es imprescindible conectar la emergencia con una recuperación transformadora. Debemos reforzar el Estado de Derecho, fortalecer una democracia más participativa, salvaguardar los derechos y mantener la paz, previniendo los conflictos sociales al mismo tiempo que se va transformando nuestra estructura productiva en línea con la Agenda 2030. No podemos seguir haciendo lo mismo y esperar resultados distintos”

En ese ideal, venimos promoviendo la  “INICIATIVA CIUDADANA VIRTUAL Creación del Sistema Nacional de Organización y Participación Comunitaria utilizando las tecnologías de la Información y comunicación con liderazgo resiliente ante escenarios  prospectivos", que dimos a conocer en La Reunión Virtual de Expertos en Prospectiva El rol de la prospectiva frente al COVID-19 y la etapa de post pandemia en América Latina y el Caribe” orientado prioritariamente a la respuesta temprana ante una emergencia, desastre o delito.

Agradecidos por su atención.

Considero que, para logra y elevar la participación y gestión ciudadana, en los Gobiernos locales, a nivel barrial, comunidades, parroquial, cantonal, provincial y nacional,  en temas de interés público, de forma individual o colectiva, de manera protagónica, en la toma de decisiones, planificación, y gestión de los asuntos públicos, en el control popular de las instituciones del Estado, la sociedad, y de sus representantes, afirmo que es un proceso permanente y dinámico de construcción del poder ciudadano. Además, también es importante tomar en consideración de que en muchos países de América Latina, no se tienen Censos de Población y Vivienda, como de Condiciones de Vida, actualizados, no hay información formal y confiable. Cito como ejemplo, el caso de Ecuador, los últimos Censos mencionados se los hicieron hace 11 años, y de acuerdo a la tendencia de su tasa de crecimiento poblacional, la población actual al menos se ha duplicado, de acuerdo a las últimas proyecciones, y por lo tanto, las situaciones de vivienda, condiciones y expectativas de vida, satisfacción de necesidades básicas, entre otros indicadores sociales que miden el Índice de Desarrollo Humano, ha variado significativamente hasta la actualidad; sin embargo, tanto el Estado, como los gobiernos seccionales e instituciones públicas, siguen planificando el desarrollo de sus habitantes y mejorar sus condiciones de vida, enfáticamente y reiterativamente, con datos de hace 11 años, y algunas instituciones, tanto públicas como privadas, planifican solo con proyecciones para responder a los múltiples y complejos desafíos sociales actuales, con estos antecedentes citados hasta aquí, afirmo que, EXISTE UN DIVORCIO CON LA PARTICIPACIÓN Y CONOCIMIENTO DE LA REALIDAD DE LA SOCIEDAD CIVIL, cuya consecuencia inmediata es, que las políticas sociales e inversiones económicas, de todos esos Gobiernos, no han dado los resultados esperados, no han logrado atender ni responder a cabalidad,  de acuerdo a las reales dimensiones ni logrado ubicar con objetividad, las priorizaciones e importancia, de sus planificaciones e intervenciones.

Además, es fundamental que se incorporen en las fase de preparación, promoción, organización, planificación, tanto para la participación ciudadana, como en la elaboración de planes, programas y proyectos, varios marcos teóricos y conceptuales, sobre el desarrollo sostenible humano, para poder recuperar, entender y usar todos los indicadores que promueven el desarrollo humano, de manera integral, sólo así se podrá GERENCIAR a todo nivel, es decir tanto barrios y comunidades, como a nivel de autoridades seccionales y gobierno central, dichas fases o procesos; lo que en el inmediato plazo, nos permitirá elaborar un sistema de monitoreo, seguimiento y evaluación a los planes, programas, proyectos y acciones que se elaboren, según los casos sociales.

Por lo que, para verdaderamente promover, aportar e incidir para una verdadera participación ciudadana y construir poder ciudadano, considero se deben dar  previamente los siguientes pasos y procesos:

1. Es prioritario partir, fundamentalmente de promover y fortalecer la organización social desde las unidades básicas, como comités barriales y directivas comunitarias, para obtener y alcanzar su reconocimiento jurídico, para que estas organizaciones sociales tengan así su reconocimiento formal y constitucional por el Estado y demás instituciones públicas y privadas, tanto a nivel nacional como internacional.

2.- Involucrar directamente a las organizaciones sociales básicas, en la actualización de sus datos demográficos, límites territoriales barriales o comunitarios, con la elaboración de los llamados mapas hablados, éstos últimos debe tenerse muy en claro, que son construcciones sociales y culturales, rebasan la mera y formal delimitación geopolítica de los gobiernos locales, con mapas catastrales, elaborados a partir desde el nivel parroquial en adelante. Cabe indicar y enfatizar, que esas construcciones sociales no se contraponen ni violan disposiciones técnicas ni de ley, es todo lo contrario, luego toda esa información, puede ser llevada a que los Gobiernos locales a que lo traduzcan técnicamente e incorporen en su planos catastrales y de planificación territorial, logrando fortalecer todos esos mapas e información territorial con mucho más detalle y se vuelven mapas inclusivos, en conclusión fortalece así la información pública con grandes beneficios sociales.

3.- Continuando con la misma metodología arriba indicada, luego se puede elaborar, con la participación directa de sus directivos y población barrial o comunitaria, el elaborar diagnósticos socioeconómicos culturales, con técnicas de educación popular inclusivas, que, además de obtener así información social actualizada, se logra que la población se sienta muy motivada y empoderada ya de su realidad, debido a que descubrirán el beneficio del manejo y análisis de mapas de pobreza e índices de desarrollo social y necesidades insatisfechas. Se superaría de ésta manera el hecho de que los grupos sociales mencionados, ya no planteen sus necesidades y problemas, solo para lograr atención en obras físicas, de infraestructura y equipamiento urbano, sino que comprendan su realidad de manera más objetiva y real. En este punto, logran también esas sociedades, a comprender e identificar, que las responsabilidades de atención y solución, no es solo responsabilidad del Estado y Gobiernos seccionales, sino que hay temas, problemas y necesidades que son plena competencia de la sociedad civil, ello se llama la responsabilidad compartida de manera activa, rompiendo así enfoques paternalistas, asistencialistas o clientelares políticos.

4.- A través de un Sistema de Gestión de participación ciudadana, como en el caso de Ecuador, contando ya con las condiciones e información arriba mencionada, se puede establecer escuelas de formación sobre participación ciudadana, para promover y capacitar en la elaboración de sus agendas sociales y planificaciones, con el manejo de procesos de análisis de sus problemas y necesidades, manejo de ejes estratégicos temáticos establecidos en la planificación de los Gobiernos seccionales como a nivel nacional, como el manejo de técnicas y herramientas sociales, para su análisis y priorización; analizando su importancia, urgencia, viabilidad técnica, viabilidad económica y viabilidad legal. Finalmente obtener planes de trabajo y participación ciudadana eficaces, efectivos y eficientemente elaborados.

5. Luego de todo lo arriba indicado, se debe promover como mucha fuerza y responsabilidad, la promoción, difusión y concientización, sobre la conformación de los controles ciudadanos a través de los observatorios y veedurías ciudadanas; así como el uso de los mecanismos de participación ciudadana, como el uso de la silla vacía, que tiene la función y el poder de ser un concejal más, con plenos derechos y obligaciones, en los concejos parroquiales, cantonales y provinciales, incorporados momentáneamente, por tema de interés público,  para analizar, fiscalizar y aprobar o no un tema, ordenanza o proyecto.

6.- Finalmente, creando previamente todas éstas condiciones, arriba mencionadas, se crea activamente la participación ciudadana, el poder ciudadano, para una sociedad  más justa, inclusiva, pacífica, solidaria, responsable y digna. 

Estimado Galo, me parece muy interesante tu afirmación de que existe un "divorcio" entre participación y conocimiento de la sociedad civil.  Sobre este punto quisiera reiterar mi posición de que muchas veces influye más una "minoría bulliciosa" que una "mayoría silenciosa" y esto genera una distorsión en la toma de decisiones, en el tanto se atiendan las prioridades de grupos y no de la colectividad y del bienestar común.  Otro punto que también quisiera subrayar es la construcción de expectativas que se generan a partir de promover la participación, ya que en algunos casos,  las expectativas no coinciden con la posibilidad real de atender las necesidades, en el tanto hay limitaciones normativas o de recursos que restringen los compromisos que se pueden asumir.  Me parece muy importante lo que mencionas del abordaje integral en todas las etapas para que no sean acciones aisladas y sin resultados.  Creo que uno de los mayores retos para la participación efectiva es reducir las brechas, la disonancia entre las partes y ese "divorcio" a que haces alusión.  

 

 

En respuesta a por Soc. Galo Díaz

Venezuela es un país donde la prestación de servicios públicos está muy distorsionada. La mayoría de los servicios públicos en la mayor parte del país, se presta de manera autaárquica, con una autosuficiencia y autoristarismo que el ente público defini la regularidad, calidad, cantidad y costo del servicio que entrega.

En servicios como agua potable, energía eléctrica, telefonía residencial, e incluso internet o aseo domiciliario, que lo prestan organismos nacionales, no existe garantía de suministro del mismo en ninguna ciudad o población del país.

Aunque se reconoce que sus tarifas son accequibles, son servicios monopolizados por el Gobierno nacional.

Los usuarios no participan ni tienen abierto ningún canal para discutir sobre la frecuencia, cantidad, calidad o tarifa de ningún servicio.

Todo lo anterior ha determinado que la mayoría de los usuarios haya perdido familiaridad con lasc empresas que prestan los servicios. Se limitan a pagar el servicio vía pagos informáticos, perio muchos como agua potable o aseo urbano haciendo grandes colas.

Se reconoce que los ingresos por el pago de los servicios no cubre los gastos operativos del servicio y ello ha determinado su deficiencia.

Lo recomendable seria, que las organizaciones sean municipales. Tuvieran sitios web mostrando el alcance de sus funciones, publicando sus plan operativos anuales y los balances y demás información contable que mostrara su transparencia institucional.

Volver hacer operativo los buzones de reclamos y sugerencias.

Estimado Hector Lunar, es muy cierto lo que menciona de que la participación debe ser en todas las etapas de la gestión, en el sentido que no puede ser únicamente el las etapas de diseño, sino también en la ejecución, evaluación y rendición de cuentas.  También debe ser permanente y no anticipando procesos electorales o momentos específicos sino una interacción continua que apoye los procesos de mejora. La participación debe ser, sin duda, un principio básico de la gestión pública.

Formalmente la Constitución de mi país el Perú, considera como derecho fundamental de toda persona, el derecho a participar en forma personal o colectiva, en la vida social, De similar forma, el artículo 31 de la Carta Política establece que, los ciudadanos tienen derecho a participar en los asuntos públicos mediante referéndum, iniciativa legislativa, remoción o revocación de autoridades y demanda de rendición de cuentas.

El problema radica, en el desconocimiento de la mayoría de la población de estos derechos, aunado a una permeabilidad (76%) frente a la corrupción generalizada a nivel de todas las instituciones tanto del sector público como del privado. La población mayoritariamente opina de los gestores institucionales: “Está bien que robe, pero que haga obra”. Los principales puntos de la agenda política social son la delincuencia y la corrupción, enmarcadas en un contexto de mercado que ha privatizado las principales actividades del desarrollo social, es decir, la salud y la educación.

Para que los usuarios puedan participar en la gestión institucional de manera eficaz, debe desarrollarse el concepto de ciudadanía plena (políticas públicas transparentes) y en la lucha contra la corrupción debe fortalecerse las labores de fiscales y jueces probos que, a pesar del contexto de corrupción generalizado, los hay.

Formalmente la Constitución de mi país el Perú, considera como derecho fundamental de toda persona, el derecho a participar en forma personal o colectiva, en la vida social, De similar forma, el artículo 31 de la Carta Política establece que, los ciudadanos tienen derecho a participar en los asuntos públicos mediante referéndum, iniciativa legislativa, remoción o revocación de autoridades y demanda de rendición de cuentas.

El problema radica, en el desconocimiento de la mayoría de la población de estos derechos, aunado a una permeabilidad (76%) frente a la corrupción generalizada a nivel de todas las instituciones tanto del sector público como del privado. La población mayoritariamente opina de los gestores institucionales: “Está bien que robe, pero que haga obra”. Los principales puntos de la agenda política social son la delincuencia y la corrupción, enmarcadas en un contexto de mercado que ha privatizado las principales actividades del desarrollo social, es decir, la salud y la educación.

Para que los usuarios puedan participar en la gestión institucional de manera eficaz, debe desarrollarse el concepto de ciudadanía plena (políticas públicas transparentes) y en la lucha contra la corrupción debe fortalecerse las labores de fiscales y jueces probos que, a pesar del contexto de corrupción generalizado, los hay.

Estimado Vicente David, lo que planteas para Perú es lamentablemente la realidad en muchos de nuestros países. Sin embargo, hay al menos dos elementos que que deben sumarse para la participación efectiva.  1. La construcción de espacios de participación 2. El desarrollo de capacidades de los ciudadanos para el ejercicio pleno de sus derechos. Es una relación biunívoca y complementaria, ya que si hay espacios pero no hay capacidades o viceversa la participación deja de ser efectiva.   El reto es construir y fortalecer la participación en ambos aspectos.

 

En respuesta a por DAVID_ROJAS

Formalmente la Constitución de mi país el Perú, considera como derecho fundamental de toda persona, el derecho a participar en forma personal o colectiva, en la vida social, De similar forma, el artículo 31 de la Carta Política establece que, los ciudadanos tienen derecho a participar en los asuntos públicos mediante referéndum, iniciativa legislativa, remoción o revocación de autoridades y demanda de rendición de cuentas.

El problema radica, en el desconocimiento de la mayoría de la población de estos derechos, aunado a una permeabilidad (76%) frente a la corrupción generalizada a nivel de todas las instituciones tanto del sector público como del privado. La población mayoritariamente opina de los gestores institucionales: “Está bien que robe, pero que haga obra”. Los principales puntos de la agenda política social son la delincuencia y la corrupción, enmarcadas en un contexto de mercado que ha privatizado las principales actividades del desarrollo social, es decir, la salud y la educación.

Para que los usuarios puedan participar en la gestión institucional de manera eficaz, debe desarrollarse el concepto de ciudadanía plena (políticas públicas transparentes) y en la lucha contra la corrupción debe fortalecerse las labores de fiscales y jueces probos que, a pesar del contexto de corrupción generalizado, los hay.

Dentro de una sociedad jurídicamente establecida se debe generar en primera instancia una cultura de participación en forma desinteresada., la importancia que tiene la participación de la ciudadanía en todos los niveles estatales., nosotros como persona conocemos a ciencia cierta las diferente problemáticas, vulneraciones y carencias de una institución estatal pero un cuestionamiento surge a raíz de la participación ciudadana., como ser partícipe de la misma y de ella surge otra interrogante., es tomada en cuenta sus opiniones, cuestionamientos y sugerencia en pro de una solución a corto y mediano plazo?., puede estar normado y regulado en un instrumento jurídico pero la misma es de garantía de un estado para con sus ciudadanos?., muchas de las veces el ciudadano solamente en las llamadas mesas de diálogos un dialogo sin toma de decisión y que la misma se plasme en una real solución.   

Concuerdo con que el reto es construir y fortalecer la participación ciudadana en todas las etapas de la ejecución de los programas y proyectos u organización que entregan productos y servicios a los ciudadanos; acciones que se fortalecerían con la articulación inter sectorial, inter nivel, inter-temporal y multi actor para lo se requiere fortalecer capacidades en liderazgo en los agentes de cambio y en los ciudadanos en especial de los que desarrollen la gestión participativa con un empoderamiento normativo donde sus acciones contribuyan al valor público que entrega el Estado. 

Julio León estoy de acuerdo con tu planteamiento, creo que vivimos una época donde la planificación cada vez es más necesaria para el adecuado funcionamiento de la sociedad y la generación de valor público. Además debemos reflexionar sobre la necesidad de que el Estado debe tener una adecuada institucionalidad que los blinde frente a los procesos de corrupción y osteoporosis institucional. En  la actualidad en América Latina necesitamos enfrentar los crecientes retos y la incertidumbre que enfrentamos y afrontamos.

En respuesta a por Julio Leon

Efectivamente., todas las etapas que lo desarrolla son para el bien común en pro de la participación ciudadana y estado., muchas normativas de Latinoamérica recogen en su propio ordenamiento las políticas o acciones afirmativas., también no hay que olvidar la participación comunitaria que es un eje del que muy poco se discute limitando la participación ciudadana con la participación comunitaria

En respuesta a por Julio Leon

Buenos días Saludos a todos, soy Gersán Joseph de Panamá. Muy interesante el diálogo. Creo que en contexto como los que vivimos en la actualidad, la pandemia Covid-19 debemos fortalecer la participación ciudadana con carácter vinculante, ya que en muchas ocasiones los gobiernos informan y convocan a los ciudadanos, pero no toman en cuenta las recomendaciones de la sociedad. Por el contrario, hacen uso del sistema para avalar decisiones preconcebidas. Esa no es la idea.  En el caso de Panamá, se han dado diversos diálogos desde Bambito, Visón 2020, La ampliación del Canal en 2007, Concertación, Mesa del Diálogo de la Caja de Seguro Social, Diálogo del Bicentenario que es el actual proceso de participación ciudadana en Panamá.  Cada día se hace necesario el diálogo para buscar los consensos requeridos para la adecuada marcha del país.

En Uruguay en 2009 se promulgó la ley de Descentralización Política y Participación Ciudadana N°18.567, y con ella se abrió un nuevo marco político institucional a nivel nacional. En este marco el Gobierno de Canelones, organismo en el cual me desempeño,  asumió un enorme desafío al decidir instalar 29 municipios, actualmente 30, que representan la tercera parte de los que existen en todo el territorio nacional. Este proceso de descentralización se plantea en el marco de transformación del rol del Estado, como un mecanismo de transferencia de poder y revaloración del nivel local como ámbito de gestión, donde es posible un proceso participativo y de involucramiento de la ciudadanía.

En este contexto la participación ciudadana se valora como un concepto fundamental para la gestión y se asocia fundamentalmente al nivel local entendiendo que, al estar más próximo a la ciudadanía, el municipio debe asumir un rol de articulador y promotor de la participación. Siendo asimismo la participación ciudadana uno de los principios cardinales del sistema de descentralización local.

El artículo 5º de la mencionada Ley establece: . “Los Municipios instrumentarán la participación activa de la sociedad en las cuestiones del Gobierno local.

Cada Municipio creará los ámbitos necesarios y los mecanismos adecuados, dependiendo de la temática y de los niveles organizativos de la sociedad, para que la población participe de la información, consulta, iniciativa y control de los asuntos de su competencia”.

De esta forma se establecen distintas instancias de interacción con la ciudadanía.

Cabildos: espacios de participación convocados por los Municipios de Canelones, a los efectos de identificar las principales necesidades y demandas de la localidad, y dar viabilidad a planes territoriales.

Audiencias públicas: con la finalidad de presentar anualmente ante los habitantes un informe sobre la gestión desarrollada, en el marco de los compromisos asumidos y los planes futuros.

Mesas de Coordinación Zonales: son espacios donde participan conjuntamente vecinos, organizaciones barriales, y técnicos de diversos organismos

 

 

Estimada Luciana, me parece muy importante la dimensión que incluyes sobre lo territorial, como un elemento clave para la participación.  Muchas veces se ignora esa dimensión y la participación queda descontextualizada. El rol de los gobiernos locales es muy importante, porque la proximidad con los problemas y sus soluciones resultan, en la mayoría de las ocasiones, en un ejercicio positivo y de mayor vinculación. Hay muchos factores, sociológicos, históricos, idiosincráticos, económicos y muchos otros que deben ser tomados en cuenta para fortalecer la participación. 

 

Quisiera en esta oportunidad traer un ejemplo de participación que se dio en el marco del Plan Estratégico del Gobierno de Canelones, Uruguay.

En Canelones se apuesta a la planificación, como forma de promover un crecimiento equitativo y
sostenible. Por ello, a través de la elaboración de su Plan Estratégico Canario, en sus distintos
avances, se plasma el modelo de departamento anhelado. Así la planificación estratégica como herramienta de gestión establece objetivos y cursos de acción (estrategias) para alcanzarlos. Desde esta perspectiva se definen procesos relevantes de desarrollo incorporando una línea de acción, intencional y planificada que le dé un sentido a la política pública departamental.

Se trabajó teniendo como marco la metodología prospectiva, partiendo de la definición de temáticas emergentes de interés para el Gobierno Departamental, que se llevaron a consideración y análisis mediante talleres y entrevistas a referentes locales y nacionales. Este proceso de consulta permitió recabar información para la construcción de escenarios deseables que fueron insumo hacia el diseño de estrategias y la elaboración de agendas.

Posteriormete se realizó una consulta social abierta a ogranizaciones y personas interesadas en participar donde se pusieron a consideración los escenarios elaborados en etapas previas.

Como resultado del ejercicio prospectivo y en función de las dimensiones definidas teniendo como horizonte un Canelones 2040, se elaboró una nueva configuración de las líneas estratégicas y una agenda de desarrollo  alineada con los ODS.

Me permito sugerir la lectura de un artículo acerca del uso a menudo reactivo que se hace de la participación (para obtener la aprobación o el beneplácito de la sociedad o para intentar desactivar conflictos) frente a un uso proactivo de la misma como herramienta capaz de generar mejores soluciones y proyectos de los que la administración pública podría plantear en solitario. Lo pueden leer en ¿Por qué? o ¿Para qué? utilizar la participación.

Los ciudadanos por la Pandemia vieron afectadas todas sus actividades denominadas "normales" y cotidianas, si es claro que esta crisis  transformó nuestra vida, obligándonos a cambiar y dejar nuestros hábitos; para construir unos nuevos, cargados de nerviosismo e incertidubre ávidos de solucionar de manera inmediata las necesidades básicas, la gran ventaja fue que los ciudadanos buscamos el auxilio inmediato de los gobiernos locales, golpeando sus puertas para una ayuda efectiva y ágil, lo que demostró que no estaban prepardos para accionar en cuidar y coordinar el otrogamiento de los servicios básicos sin interrupción y la coordinación local de salud buscando la cercanía y las soluciones de atención inmediata y de el aforo de clínicas y hospitales cercanos.       

 

En respuesta a por Barbara Silva

Estimado Fernando. Estamos viviendo una "nueva normalidad" en que la experiencia asociada con los servicios públicos y las expectativas de los usuarios se han replanteado. Eso sin duda ha generado que la participación sea más amplia y activa para la atención de sus necesidades. Las instituciones han tenido que multiplicar los canales digitales y estimular la virtualidad ante las limitaciones de la presencialidad y se han acelerado los procesos de reclamos y las exigencias de pronta respuesta. La personas, los usuarios en general con acceso a internet, por medio de un teléfono inteligente pueden hacer sus reclamos ante la nueva situación, pero igualmente, tenemos experiencias de mayor participación en la construcción de una agenda de trabajo conjunta sectorial en donde se utilizaron las plataformas de comunicación virtual y se logró una amplia cobertura y participación activa, con múltiples usuarios conectados en simultáneo.  En mi opinión, la pandemia acelerado procesos y motivado una participación activa en muchos sectores.

En respuesta a por Fercho59

 ¿Cómo la participación se ha visto afectada por la Pandemia y cómo debe abordarse para que esta no disminuya y, por el contrario, aumente?

El aislamiento obligatorio, las restricciones a la movilidad, el distanciamiento social que se han dado durante la pandemia han afectado la participacion ciudadana en los diferentes espacios que se tenian diseñados para tal fin. Las entidades publicas han debido adaptar los espacios de participacion y promoverlos de manera virtual sin embargo gran parte de la ciudadania que venia participando de ellos no han sabido adaptarse o acostumbrarse a los nuevos cambios, esto por no contar con acceso a las tecnologias o por los temores que ella representa. No olvidemos que un numero importante de entidades publicas se encuentran ubicadas en localidades muy pequeñas con grandes necesidades y en donde a la poblacion no se le facilita seguir participando mediante mecanismos remotos o a distancia. Las entidades publicas deberan fortalecerse en cuanto al uso de las tecnologias de la informacion y las comunicaciones y sensibilizar a la poblacion con respecto al uso de las mismos. Deben hacer enfasis en sus beneficios y en que estas hacen parte ya de una nueva normalidad que hay que aceptar. 

En respuesta a por Barbara Silva

Estimado Elkin, coincido en que las entidades públicas deben asumir el reto y adaptarse a las nuevas condiciones y acelerar los ajustes en el uso de las tecnologías, pero también, los usuarios deben ir ajustando sus expectativas y dejando atrás esos "miedos" o predisposición que significa la virtualidad.  Probablemente la mayoría de quiénes hacemos usos de los servicios públicos no somos "nativos tecnológicos", pero las nuevas generaciones si lo son y sus expectativas de mayor participación por los medios virtuales y no presenciales se ha potenciado con la pandemia.  El uso de la tecnología y la hiperconectividad que se desarrolla con los dispositivos móviles es una oportunidad que la pandemia ha acelerado. La capacidad de respuesta de la institucionalidad pública es el gran reto.

En respuesta a por elkintorres

Buenos días a todos y todas, evidentemente esta pandemia ha tensionado más de la cuenta a todos y todas, instituciones, políticos, políticas, vecinos, ciudadanos y demás, por igual. Como todo momento complejo, entiendo que (más allás de las restricciones que debieron ir tomando los gobiernos), los vecinos han ido modificando sus hábitos, por restricciones, miedos, necesidades y/o comodidades. Es decir si los niveles de participación ciudadana previos eran bajos, este nuevo contexto lo complejizó aún más, haciendo que bajen. Ojo, esto no quiere decir que sea lineal y que toda la culpa recaiga sobre los vecinos que deciden no participan, ya que tampoco (por lo menos en muchos casos), los gobiernos locales y de otros niveles de administraciones han encontrado mejores mecanismos o desrobustecido los existentes para garantizar que se pueda participar en pandemia. Esto sería quitar algunos requisitos de formularios y/o trámites presenciales para poder concurrir con vos en los mecanismos de participación ciudadana. Por otro lado entiendo que le fenómeno es más amplio, ya que para poder tener el tiempo, las ganas y el "espacio", para poder participar, deben estar dadas y cumplidas algunas condiciones socio-económico-culturales que así lo permitan y en la medida que nuestros gobiernos no consigan alcanzar niveles de desarrollo cada vez mejores para sus habitantes y entonces tener la posible "libertad" para poder participar. Los leo

 

En respuesta a por Barbara Silva

La participación se ha visto afectada desde mi punto de vista producto del caos sistémico provocado por la Pandemia Covid-19. Producto de este caos, se han modificado usos y costumbres muchas de las cuales han llegado para quedarse y que han modificado de manera permanente la forma en que las personas e instituciones introducen mecanismos de integración participativa.

Hay algo que no ha cambiado, LA GENERACIÓN DE IDEAS, es esto lo que se debe rescatar para mejorar e  incrementar  la participación efectiva de manera institucional.

El ser humano necesita la interacción y pienso, que hoy más que nunca es a través de las ideas desde donde es necesario abordar el tema.

En respuesta a por Barbara Silva

En este periodo en el cual, nos vimos afectados por la pandemia, fueron numerosas las razones por las que la participación ciudadana se vio afectada, nos vimos desnudos al ver la importancia de las tecnologías  en estas etapas de aislamientos, debemos, como entidades públicas, así como generamos a nivel administrativo interno el estar a la par con la tecnología, ahora se nos viene el reto de conectarnos de igual manera en redes vecinales principales a traves del internet, generar pizarras de información vecinal con la comunidad, para continuar con laidentificación de problemas comunales y vecinales e implantar politicas institucionales de acuerdoa nuestras competencias.  

En respuesta a por Barbara Silva